jueves, 9 de diciembre de 2010

DISERTACIÓN FILOSÓFICA Y ORAL ¿CÓMO SABER CUÁL ES NUESTRO LUGAR EN EL MUNDO?


La pregunta en principio, parece difícil de contestar ya que puede interpretarse desde muchos puntos de vista. Yo interpreto dicha pregunta con la tesis que voy a decir y comentar a continuación: las personas, casi siempre, buscamos en nuestro sitio en este gran mundo en relación con nuestro estado de ánimo o desánimo, es decir, siempre iremos del desánimo al ánimo (esto en función de lugares).

Un indicador de ánimo o desánimo puede ser el amor. En casi todas las ocasiones nos indicará nuestro lugar en el mundo, ya que en dicho lugar se encontrará lo que amamos. Por ejemplo, si nos enamoramos de una persona que vive en un lugar diferente al nuestro, nosotros decidiremos ir a vivir allí donde se ubique nuestro amor, en este caso nuestro lugar en el mundo sería aquel donde se ubicase nuestro amor o vida; si por el contrario nuestro amor viene a vivir con nosotros, nuestro lugar en el mundo sería este, porque aquí nos encontramos con nuestro amor.
La familia y amigos, también podríamos decir que son indicadores de nuestro lugar en el mundo, incluso hacerlos subtipos del amor. Por ejemplo, si en un lugar nos encontramos solos, a mucha distancia de nuestros familiares o amigos, estaremos desanimados (casi siempre, y aunque no lo parezca) y desearemos volver al lugar a donde se ubican ellos para de nuevo animarnos o ser felices; sin en cambio, si nos ubicamos cerca de la familia y amigos, estaremos animados o felices porque sabremos que están cerca para ayudarnos; por tanto, este nuevo emplazamiento sería nuestro lugar en el mundo y no el anterior.

Otra cosa importante que determina nuestro ánimo o desánimo en un lugar, es esa sensación interna (positiva o negativa) que nos afecta en todo momento. Esta sensación en el caso de que sea negativa, nos provocará un malestar que nos indicará que donde estamos no nos corresponde, esto puede venir provocado por ser infinitos factores; sin embargo, si esa sensación que nos recorre por nuestro interior, es positiva, tendremos una alegría que nos indicará que donde estamos es lo correcto, y que si queremos que esa sensación de alegría siga manteniéndose mucho tiempo no deberemos mudarnos de lugar.

Creo que estos indicadores de ánimo o desánimo: amor, amistad, familia y sensación interna (más importante porque engloba a los otros) son fundamentales para determinar nuestro lugar en el mundo, porque sin ellos no sabríamos si estuviéramos animados o desanimados, y por tanto, no sabríamos si ese lugar es el indicado o no. Imaginemos, que no tenemos familia porque ha muerto, no tenemos amigos ni los hacemos porque no nos gusta relacionarnos, sería difícil que la mente dictara una sensación buena o mala, y por tanto no sabríamos donde ir porque en ningún sitio tendríamos nada.

También digo que estamos equivocados a la hora de buscar nuestro lugar en el mundo, afirmo esto porque en el principio que nos basamos para encontrar un lugar en el mundo es el dinero. Pero digo ¿de qué vale el dinero sin tener los indicadores anteriores? Creo que el dinero es un complemento para buscar nuestro lugar en el mundo, pero es secundario. Por ejemplo, si no tenemos los indicadores que antes he mencionado, pero somos multimillonarios porque nos ha tocado la lotería, ¿qué nos ocurriría? No sabríamos donde ubicarnos en este gran mundo porque donde estaríamos felices o ánimos sin familia, amor o amistades, en ningún lado; seríamos personas amargadas, viviendo en palacio, llorando en cada esquina pensando en dar todo el dinero en nuestra posesión por algo de cariño, y seríamos capaces de dar nuestro dinero por ubicarnos en un lugar del mundo teniendo familia, amor o amistades porque estaríamos felices o animados. El dinero solo, no te ánima, sino que te desanima y nunca te ayudará a encontrar tú lugar en el mundo, porque eso te lo da amor, amistad y/o familia.

Podríamos pensar que la religión nos ayuda a encontrar nuestro lugar en el mundo, pero no es así. La religión te obliga a buscar tu lugar en el cielo, y si tú no quieres buscar tu lugar en el mundo en el cielo o la bondad, sino en el infierno o maldad porque te da alegría o ánimo, la religión te lo prohíbe. Si te enamoras de una mujer que quiere utilizar precaución en el acto sexual, tu deber como católico sería hacer lo contrario, pero no lo haces porque este es tú lugar en el mundo porque está la mujer a la que amas y harás lo posible para estar animado con ella y haces esto estarás en el lugar indicado del mundo por estar en el lugar donde se encuentra el amor, pero incumplirás a la religión católica.

En conclusión, vamos a regir nuestro lugar en el mundo en función de si ese lugar nos da alegría o ánimo, para que un lugar nos de esa alegría necesitamos tener a nuestro alrededor amor, amistad y/o familia. Si un lugar no nos da esos puntos, lo más seguro es que estemos desanimados o tristes, por lo tanto no querremos estar en ese lugar y no será nuestro lugar en el mundo. Siempre hay excepciones que confirman la regla.

1 comentario:

  1. Hola Jonatan, tanto tu disertación escrita, como la que hiciste el otro día oral en la clase, me gustó tu idea; la felicidad marca tu lugar en el mundo, si eres feliz en un sitio, ese es tu lugar.

    ResponderEliminar