jueves, 25 de noviembre de 2010

"¿ES POSIBLE QUE LAS PERSONAS, DE REPENTE, DEJEN DE DESEAR EL PODER SOBRE EL RESTO DE SERES HUMANOS?

En la imagen, aparecen dos señores calvos, vestidos con traje y corbata; podríamos indicar, que estas personas pueden pertenecer a una esfera poderosa de la parte económica y política. Una de de esas personas está comentando a la otra persona lo siguiente: “¡Perfeccionemos las democracias, elijamos los gobernantes a los electores, y no al revés!”, la otra persona está escuchando atentamente lo que su compañero le está diciendo.

El problema o pregunta que yo planteo acerca de esta viñeta del roto, es la siguiente: “¿Es posible que las personas, de repente, dejen de desear el poder sobre el resto de seres humanos?”

Aunque de primeras esta pregunta parece fácil de contestar, la verdad es que es bastante difícil de contestar. Mi respuesta a esta pregunta en función de que asimilemos poder a gobernación, es un rotundo no, y a continuación comentaré con argumentos y ejemplos la defensa de mi tesis.

Empezaré argumentando que las personas tienen ciertas características naturales, como ser seres racionales. A lo que yo quiero hacer referencia, es que los seres humanos dentro de ese conjunto de características propias incluyen una característica muy importante, se trata de ser unos gobernadores o gente mandona. A lo que me refiero con esto anterior, es que las personas son seres que mandan o por lo menos lo intentan. Por ejemplo, una persona no puede serlo, sino basa una parte de su comportamiento en dar órdenes.

Si seguimos en esta dinámica de citar características de cosas o personas, puedo decir o incluso afirmar que una de las características más importantes del poder es la humanidad. El poder, en este caso sinónimo de gobernación, no sería lo que es sin personas que hiciesen uso de él. Por ejemplo, si las personas no ejerciesen la actividad de gobernar a otras personas, el poder acabaría por extinguirse, ya que es propio de los hombres. Si intentas contradecirme diciéndome que el poder también se usa en otros ámbitos (reino animal, etc.), te equivocarías porque el poder al que yo hago uso con este texto, es el poder que se ejerce cuando ordenamos para ser cumplido, todo ello de forma racional.

Si nos basamos en el hacho de que el ser humano nunca cambia su estado mental, diríamos que no podría de repente ejercer la gobernación. Esto se produce porque si a lo largo de la historia el hombre a gobernado a otros por diversos motivos y nunca ha cambiado su mente, quiere decir esto que ahora el hombre sigue dedicándose a gobernar por efecto de nunca cambiar nuestra mentalidad, esto seguirá produciéndose en el futuro porque como he dicho anteriormente el hombre no cambia su mentalidad. En resumen de este párrafo lo que se dice es: desde el pasado hasta el final del mundo, pasando por el presente, el hombre no cambia su mente y por tanto sigue en su ejercicio de gobernación a otros seres humanos.

Las personas desean el poder porque es un método bastante eficaz de hacerse gente importante y de provecho para la sociedad. Lo que pasa es que las personas nunca desearemos dejar el poder porque nos corroe por nuestra cabeza una necesidad de más poder; es decir, somos gente avariciosa y abarcadora, cada vez queremos más de eso que tenemos o que estamos en disposición de adquirir. Nunca se nos pasará por la cabeza dejar el poder. Por ejemplo, si yo controlo y gobierno a un número indeterminado de personas, nunca querré dejar ese puesto o cargo, porque con él soy el que tiene el poder absoluto y además soy un hombre importante y de provecho, incluso con mi avaricia se produciría en mí la sensación de obtener más poder y nunca de disminuir o anular mi poder; esto viene dado porque estoy a gusto con mi labor, esto es lo que le pasa a la mayoría de gobernadores, digo la mayoría porque hay excepciones que confirman la regla.

La gente podría preguntarme que habrá gente que no querrá hacer uso de poder, sino solamente recibir esas órdenes del gobernador o poderoso. Esta gente yo la denominaría “mindundis” o “gente un poquito rara”, estos darían una respuesta afirmativa positiva (sí) a la pregunta que yo he formulado con anterioridad. Todo hombre o mujer desea abarcar el poder durante su vida, y nunca desprenderse de él, sin embargo, esta gente desearía lo contrario, querrían dejar o no tener nunca poder sobre el resto de personas. Dichas personas no posen esa sensación de obtener el poder y nuca dejarlo porque en ellos no aparece la cualidad natural- histórica de obtener para todo el tiempo el poder o gobernación sobre otros seres de su misma especie.

En conclusión, las personas no desean detener su poder de forma repentina o procesual, esto viene determinado porque en su naturaleza aparece la capacidad de gobernar o dirigir el poder sobre otras personas; esta explicación daría una argumentación a mi respuesta “no” sobre la pregunta; en cambio, hay un sector reducido de personas que no desean obtener el poder o renunciar a él de forma repentina.

jueves, 18 de noviembre de 2010

¿SE PUEDE APRENDER A VIVIR?

La pregunta, en principio, parece fácil de contestar, pero no es así, sino que es una pregunta muy compleja. Si entendemos como vivir el resultado de la suma de enseñanzas, experiencias e influencias; yo te digo que sí se puede aprender a vivir, de hecho, es un proceso que realizamos durante toda la vida. Por tanto, esto último que he dicho sería mi tesis.

Durante nuestra vida estamos aprendiendo a vivir, aunque no nos damos cuenta porque utilizamos diferentes procesos. Cuando somos pequeños, nuestros padres o tutores legales, no enseñan a vivir de un modo que seamos buenos y humildes (mediante un reglamento que nosotros hemos de aprender y ejecutar); y si no lo ejecutamos bien, nos regañan porque no estamos viviendo según las enseñanzas. Los colegios, institutos, también realizan una labor parecida a la de los padres, porque éstos te enseñan a vivir de un modo educado y respetuoso. Entre la familia y los colegios se prepara un modelo a aprender y seguir por nosotros para que aprendamos a vivir según quieren ellos, los padres serían la teoría y el colegio el repaso antes del examen (vida pura y dura). Todas las religiones también nos enseñan a vivir, ellas lo que pretenden es que vivamos según sus ideales; por tanto, nos dan un libro (en los cristianos, la Biblia) que hay que estudiar y aprenderlo para vivir según la religión.

Durante la vida, también aprendemos a vivir: seguimos las modas o influencias del momento, las aprendemos y vivimos así, hasta que salga otra moda. También aprendemos a vivir cuando nos fijamos en la sociedad, si la sociedad hace algo, nosotros simplemente lo memorizamos y copiamos. Con estas ideas quiero dar a entender que, aprendemos a vivir por las influencias de la sociedad. Cuando entras en la etapa alta de la adultez (vejez), aprendes a vivir según los médicos, por ejemplo: un anciano tiene problemas cardiacos, entonces el médico le indica que tiene que llevar un modo de viva más tranquilo y sosegado, por tanto, el anciano debe aprender a vivir tranquilamente; pero también aprenden a vivir según las influencias, como he explicado anteriormente.

Hay veces que una persona desobedece aprender a vivir de la manera anterior, y se refugia en otros modelos de vida. Para vivir en esos modelos, antes ha tenido que aprender a vivir así porque si no aprendiera a vivir de ese modo, no lo viviría. Por ejemplo, una persona se vuelve contra la sociedad y se convierte en un vándalo drogata, para seguir con ese modelo de vida, primero ha tenido que juntarse con gente de su misma clase, y segundo aprender como vivían ellos para él vivir así.

Pero, ¿aprende a vivir una persona que no quiere vivir? Yo creo que no, porque lo que quieren esas personas es dejar de aprender a vivir para irse. Esas personas lo que hacen es dejar de aprender a vivir, y lo único que hacen es pensar como irse al otro barrio.

En conclusión, todas las personas (con excepción de los que no quieren vivir) durante la vida aprendemos a vivir, ya sea mediante nuestros padres, colegios, religión, sociedad, influencias, publicidad, etc. La vida es una enseñanza continua.